Decidir comenzar una vida «zero waste» no parece fácil al principio. Pero una vez has comenzado el camino cada vez estás más convencido de tu decisión. Hay que tener claros una serie de principios básicos.
Primero de todo tienes que saber qué es importante y qué es prescindible en tu vida. Vivimos con más de lo que necesitamos, en un mundo que nos ha ido marcando cuales eran nuestras necesidades básicas. Así que tu primer paso debe ser preguntarte: ¿realmente necesito todo lo que tengo? Es un juego de desapego con lo material. Haz una lista de lo que realmente es básico: comida, higiene, ropa… Y poco a poco ve deshilando la lista y quitando todo lo que sea prescindible. Una vez que tengas claro que es lo realmente necesario y seas capaz de salir del juego social del consumismo y materialismo estás preparado para entender mejor donde te metes.
Segundo, y no menos importante que el anterior, ve paso a paso y por partes. No quieras cambiar tu casa y tu vida en un sólo día. Con eso sólo conseguirás volverte loco y estresarte demasiado. Y eso si que no merece la pena. Así que comienza por lo más importante y lo que genera más residuos.
Hacer una vida sin residuos no es sólo una moda, es algo que hacemos por el beneficio de nuestro planeta y de todos los seres que aquí habitan. Antiguamente nos llamarían ecologistas, naturistas, o con cualquier otro término. El concepto/nombre ha cambiado pero la idea de base sigue siendo la misma. Hacer lo mejor para el medio ambiente y reducir al máximo posible el impacto que nuestras actividades tienen sobre el planeta.
Y por último hay que dividir un poco las tareas para comenzar los cambios. Nosotros te proponemos:
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